Plinio Corrêa de Oliveira
La devoción a
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro nació en la isla de Creta. Esto explica la
influencia bizantina que se nota en la imagen. Las personas representadas en
esta imagen pueden impactar la sensibilidad moderna acostumbrada a los santos
representados con caras de muñecas. Esta imagen fue hecha en tiempos diferentes
y es muy expresiva.
La devoción a
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro fue difundida en la Iglesia por los padres
redentoristas. Es una muy bella invocación puesto que expresa la invariable misericordia
de la Virgen para con nosotros. Perpetuo Socorro significa una asistencia, un
acto de misericordia, un acto de piedad ininterrumpida hacia nosotros que nunca
cesa. La palabra nunca significa que
esta asistencia no cesará en ningún lugar, en ningún momento o por ninguna
razón. Es decir, incluso si una persona se encuentra en la peor situación
posible, Nuestra Señora siempre ayudará si uno le reza a ella.
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro |
La imagen, como los
Sres. ven, tiene un fondo de oro. Estos fondos de oro sin adornos se usaban característicamente
en las pinturas del antiguo Imperio Romano de Oriente y durante parte de la
Edad Media. Los ángeles músicos de Fray Angélico, por ejemplo, tienen un fondo
de oro. El fondo de oro se utilizaba cuando se pintaban personajes muy
importantes. El arte occidental normalmente coloca un gran dignatario en una
silla ornamentada, en una elegante sala, o de pie junto a una ventana graciosamente
cubierta con cortinas o en un hermoso escenario al aire libre. La mentalidad
oriental prefiere colocarlos fuera del tiempo, inmersos en esplendor, es decir,
con un fondo de oro.
El oro, por lo
tanto, representa la gloria de la Virgen como Reina de los Cielos. Ella tiene
una aureola alrededor de su cabeza, que también es de oro, al igual que el
Divino Infante. Sobre la aureola hay una corona de oro con incrustaciones de
piedras preciosas. Las coronas de la Virgen y del Niño Jesús tienen una forma
similar. La base de cada una se cierra alrededor de la cabeza, tiene un borde
fino, y está cubierta con fabulosos diseños ornamentales. En el borde hay
rubíes incrustados, en la capa media arcos ornamentados con zafiros, y en el
nivel superior una fila de esmeraldas y diamantes. Yo no consigo distinguir con
precisión en esta reproducción en particular. La corona del Niño sigue
exactamente el mismo patrón.
Nuestra Señora
lleva un manto azul profundo que le cubre los hombros y la cabeza. Por debajo
de la corona y sobre la frente hay una estrella refulgente de piedras
preciosas; a su izquierda hay un diseño de oro que se parece una estrella o una
cruz.
Si los Sres.
observan con cuidado, verán que la Virgen lleva una túnica roja bajo su manto
azul. El rojo aparece en el cuello y en los extremos de las mangas. Esta túnica
roja se cierra en su cuello con una exquisita banda de diamantes.
El Niño Jesús
está sentado en el brazo izquierdo de la Virgen. Él descansa cómodamente en sus
brazos, como un niño que está muy acostumbrado a estar cerca de su madre y que le
gusta estar allí. Él está, sin embargo, distraído con otra cosa a donde dirige
su mirada. En mi opinión el artista cometió un error al representar al Niño. Se
parece más a un niño de siete u ocho años de edad, en lugar de un bebé que debe
ser llevado en los brazos de su madre. Por cierto, esta imagen no es considerada
una obra de arte. Es considerada como una excelente obra de piedad con algunos
muy buenos puntos artísticos y algunos defectos.
El niño tiene
una cinta rosa con una túnica verde. Él también tiene un manto que cae
naturalmente cerca de la mano izquierda de la Virgen haciendo numerosos
pliegues bien doblados. Casi todos los pliegues de la imagen me parecen muy
bien situados y naturales.
Hay dos ángeles presentándole
al Niño los instrumentos de la Pasión; a la izquierda un ángel con una túnica
roja y un manto verde le muestra la lanza y la esponja con hiel, a la derecha,
un ángel vestido con una túnica roja le muestra una cruz de tres brazos y los
clavos.
¿Qué se puede
decir de todo esto?
Los rasgos de la Virgen son muy expresivos |
Los rasgos de la
Virgen son muy expresivos. La imagen la muestra en una actitud muy maternal.
Ella es una madre que sostiene a su Hijo con una extraordinaria intimidad y un notable
cariño. Esto demuestra la familiaridad de la Virgen con el Dios-Hombre. Al
mismo tiempo, ella tiene una mirada de profundo recogimiento que transmite el respeto
y la veneración que ella siente por él. Ella le está orando mientras lo
sostiene. Ella está segura de que está sosteniendo al mismo Dios encarnado en
sus brazos.
Partes de la
cara de nuestra Señora no están bien pintadas. El cuello parece algo demasiado
rígido. La boca es delicada, pero la nariz es tal vez un poco demasiado larga.
Estos son varios puntos que no permiten que la imagen sea considerada como una
obra de arte perfecta. Pero son defectos secundarios, porque un arte auténtico
está presente en la recogida expresión de su fisonomía, en su noble postura, y
en el afecto que la pose revela.
La posición de las manos simbolizan su dependencia a Ella |
La imagen es
rica en simbolismo. El manto azul oscuro representa la maternidad, mientras que
la túnica roja simboliza la virginidad. Por lo tanto, representarla usando el
rojo y el azul muestra que ella es a la vez Madre y Virgen. Es una manera
delicada de insinuar el milagro de su virginidad de antes, durante y después
del parto.
Para mí, el
simbolismo más conmovedor es el gesto del niño que sostiene la mano de la
Virgen. Su mano derecha está detrás de su pulgar y su mano izquierda dentro de
la mano de una manera que permite controlar la mano de la Virgen sobre las
manos del Divino Infante. Simbólicamente, quien sostiene las manos de otro lo
sostiene enteramente. Por lo tanto, esta forma de presentación de las manos del
Infante expresa que ella puede hacer todo lo que quiera con él; todo lo que
ella le pide, Él lo acepta; ello expresa el poder de su oración. Con gran
facilidad el artista representa la dependencia del Niño-Dios sobre nuestra
Señora.
Una
característica de este icono bizantino es que mientras que el simbolismo es muy
rico, éste no dice lo mismo a todos. Los símbolos están ahí para ser
descubiertos por quienes pasan un tiempo analizándolos y contemplándolos.
Un ícono plateado de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro |
Los dos ángeles
representan la Pasión que el Niño habrá de sufrir. Ellos le están profetizando su
Pasión. Es decir, se nos invita a ver en Él al Redentor de la humanidad, el que
era esperado por los Profetas para salvar a la humanidad.
También hay un
detalle muy pintoresco: es la sandalia colgando del pie izquierdo del Niño por
una sola cuerda. Ello simboliza al pecador que todavía está vinculado a Nuestro
Señor por una última cuerda: la devoción a la Virgen.
Las iniciales
griegas en la parte superior de cada lado de la corona la Virgen significan “Madre
de Dios”. Las iniciales sobre el ángel en la parte superior izquierda dicen “San
Miguel Arcángel”, el de la derecha, “San Gabriel Arcángel”. Debajo del ángel de
la derecha están las iniciales griegas para “Jesucristo”.
La estrella en
el velo de la Virgen indica que ella es la estrella del mar, la guía en esta
vida para llevar a todos los que quieren llegar al puerto de los cielos.
Pidámosle siempre
a nuestra Señora que nos proteja con su perpetuo socorro y misericordia.