La candidata para la presidencia de Brasil, en el último debate televisado, gesticula con su mano izquierda la señal de los illuminati, fíjese en el video. Y ella no es la única... personalidad que lo hace.
Sin comunicar en sus obras infructuosas de las tinieblas, antes bien, denunciadlas y reprobadlas (Efesios 5, 11)
viernes, 15 de octubre de 2010
martes, 5 de octubre de 2010
Impresionante película: se estrena en España 'Blood Money"
El próximo viernes 8 se estrena en España, al fin, Blood Money. El valor de una vida, un documental sobre la verdad del aborto y de los que se lucran con esta práctica violenta y cruel.
Blood Money. El valor de una vida es una película de producción norteamericana, realizada por el joven cineasta David K. Kyle.
El personaje conductor del relato es la Doctora Alveda King (sobrina de Martin Luther King), que guía al espectador por la historia del aborto en Estados Unidos, desde las primeras políticas públicas de planificación familiar, pasando por la célebre sentencia judicial Roe vs. Wade, que impulsó la industria del aborto, hasta llegar a la situación actual de este negocio, uno de los más boyantes y sucios.
El documental se apoya en testimonios de profesionales del aborto, mujeres que han abortado y médicos.
Blood Money. El valor de una vida ha conseguido reavivar el debate sobre el aborto en la sociedad norteamericana y poner contra las cuerdas al poderoso lobby abortista.
La versión que puedes ver en España desde el próximo viernes 8 de octubre ha sido adaptada especialmente a la realidad social, jurídica y política del aborto en nuestro país.
Un grupo de excelentes profesionales del cine, comprometidos con la causa del derecho a la vida y encabezados por Javier Santamaría, ha acordado con los productores de la cinta original introducir testimonios de científicos y portavoces del movimiento provida español (participan, por ejemplo, Ignacio Arsuaga, Alcia Latorre o Beningo Blanco), así como imágenes de las recientes manifestaciones cívicas a favor del derecho a la vida y en contra de la ley del aborto.
He aquí el trailer de la película
jueves, 30 de septiembre de 2010
miércoles, 29 de septiembre de 2010
Lo que sabía Benedicto XVI sobre los casos de abusos sexuales
Para el video completo en español, primera y segunda parte, en el siguiente enlace:
http://edition.cnn.com/video/#/video/spanish/2010/09/28/WEBfirstpart.cnn
http://edition.cnn.com/video/?/video/spanish/2010/09/28/WEBsegundob.cnn
La serie de videos completa en inglés en el siguiente enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=ilF4oRLbsQs&feature=related
sábado, 25 de septiembre de 2010
San Isaac Jogues y el antiecumenismo
San Francisco Xavier y el antiecumenismo
martes, 7 de septiembre de 2010
NUESTRA SEÑORA DE COVADONGA
Don Pelayo preparó la resistencia para enfrentarse con el grande ejército musulmán en la montaña de Alzeba, donde los acantilados ofrecían una ventaja frente a los que eran muchos más numerosos que los católicos. Colocó a sus hombres estratégicamente a lo largo de los acantilados, y mientras esperaban que el enemigo avanzara, él se dirigió a la cercana cueva de Covadonga, donde había colocado una estatua de Nuestra Señora y le pidió su especial protección en la batalla que se aproximaba.
Los moros iniciaron el ataque, lanzando flechas a los soldados cristianos por detrás de los acantilados de piedra. Pero ya, en este primer ataque, algo extraordinario sucedió: las flechas se devolvían contra los arqueros moros matándolos. Un grupo de católicos avanzó para la lucha, mientras otros disparaban flechas y lanzaban piedras y troncos sobre las tropas enemigas desde la montaña Alzeba.
Después de un breve tiempo, Suleiman, el segundo al mando, cayó muerto, haciendo que estallara el desorden entre el ejército y Alkamar tuvo que dar la orden de retirada.
En ese momento, se desató una terrible tormenta. Los truenos rugían, los relámpagos iluminaban las oscuras pendientes y la fuerte lluvia causó deslizamientos de lodo arrastrando rocas y árboles que caían sobre las tropas árabes que se retiraban. Luchando en el barro, muchos soldados moros se resbalaron cayendo en el río Deva donde se ahogaron. La Virgen Santísima hizo que la misma montaña cayera sobre los soldados de Mahoma.
Posteriormente fue reemplazada por una gran basílica que fue consagrada en 1901.
Incluso los historiadores árabes relatan esta batalla con asombro, sin ocultar el enorme número de musulmanes que murieron en ella.
Comentario del Prof. Plinio:
¿Cuál es la lección que podemos tomar de estos hechos?
Ustedes conocen la desproporción entre el tamaño de los ejércitos y los medios en nuestras batallas contra la Revolución. Aquí la selección describe una gran desproporción entre los soldados españoles y las tropas musulmanas. Desde una perspectiva natural, los católicos estaban completamente perdidos. Sin embargo, ellos no se dieron por vencido. Ellos hicieron todo lo posible que pudieron para ganar, a pesar que la victoria pareciera imposible. Yo insisto en esta fórmula: hacer todo lo posible para ganar una victoria imposible.
En este escenario, después de ellos haber hecho todo lo humanamente posible, ocurrieron una serie de milagros. Ellos lanzaban piedras y troncos desde la cima de la montaña sobre los enemigos que avanzaban, además de disparar flechas contra ellos. Entonces, Nuestra Señora intervino: Ella hacía que las flechas de los moros se volvieran contra ellos mismos. Ella envió una tormenta que hizo que las rocas y árboles de la montaña cayeran sobre las huestes enemigas. Cualquiera que conozca España tiene una idea de la violencia de la naturaleza en esas regiones montañosas y puede imaginar una terrible tormenta con agua que inunda descendiendo por los acantilados de la montaña abajo en el valle. Lo más probable es que los católicos se refugiaron de la tormenta, ya sea en la cueva de Covadonga como en otros pequeños refugios de la montaña. Con estas acciones milagrosas Nuestra Señora ganó la batalla.
La lección es que debemos tener una perspectiva sobrenatural en concebir nuestra vocación y nuestra lucha. Debemos hacer todo lo necesario para ganar, incluso cuando es imposible. La divina Providencia no nos pide que seamos ciegos de la realidad. Debemos analizar la situación, e incluso cuando veamos que es imposible ganar esta o aquella batalla, tenemos que luchar de todos modos. Debemos desear lo que la divina Providencia desea. Debemos creer en lo que es humanamente increíble. Debemos estar convencidos de que Nuestra Señora es por excelencia la Madre de lo imposible. Ella nos pide que hagamos lo que es imposible – ella tiene el derecho de pedirnos eso – y ella nos asistirá para alcanzar la victoria, después de que hayamos hecho todo lo que podamos.
Los moros se tomaron toda España sin una reacción seria hasta Covadonga porque ellos se encontraron con católicos españoles tibios y mediocres, que sólo tenían argumentos de buen sentido. Ellos se habían resignado en no hacer nada excepto lo que era razonable. Por tanto, ellos fueron derrotados y España fue conquistada.
En el momento en que unos católicos creyeron en lo imposible bajo la protección de Nuestra Señora, el juego cambió, y la Reconquista comenzó. Los moros fueron derrotados en Covadonga, pero también ellos fueron derrotados potencialmente en toda España debido a la mentalidad que se puso en movimiento en Covadonga. Muchos siglos habrían de pasar antes que los moros fueran expulsados completamente en el siglo XVI. Pero la mentalidad que inspiró la Reconquista fue la misma que ganó en Covadonga: creer en lo imposible bajo la protección de la Virgen.
Debemos pedir a Nuestra Señora la gracia de nunca dudar en una victoria que estamos seguros que ella quiere, incluso si pareciera imposible. Debemos hacer todo lo que podemos para alcanzar ese objetivo y confiar en que ella nos dará la victoria final.
martes, 31 de agosto de 2010
Discución sobre el exorcismo de Annaliese Michel
Discusión sobre el exorcismo de Annaliese Michael
domingo, 15 de agosto de 2010
La Asunción de Nuestra Señora
Nuestra Señora tuvo muchas alegrías. El Magnificat es la expresión de una alegría suprema, la Encarnación, pero hay otras, como las celebradas en los misterios gozosos del rosario. Ninguna fue mayor, en cierto sentido, que la de la Asunción. Acerca de estos placeres terrenales y celestiales, voy a decir algunas palabras.
Ustedes conocen la coronación de la reina de Inglaterra – hay películas, artículos y álbumes de fotografías que la ilustran. La reina sale de su palacio llevando una diadema y otros atuendos esplendidos y entra en un magnífico carruaje dorado. El carruaje es precedido y seguido por un brillante cortejo de caballeros que avanza lentamente y llega a la abadía de Westminster. Suenan las campanas y los cañones rugen. La procesión de la reina avanza por la nave central de la abadía y recibe el homenaje de la nobleza, los pares del reino, y los miembros de la casa real. A continuación se realiza la ceremonia de coronación. Después que ella es coronada y sentada en su trono, su alegría alcanza su ápice. Su alegría se extiende por toda la ciudad, el reino y el mundo entero. Ella es la reina por excelencia, y ello es una celebración universal de la monarquía.
No estoy tomando en consideración que la reina Isabel II es una anglicana que es coronada en una ceremonia religiosa que es llevada a cabo por esta falsa religión. Yo estoy considerando la Inglaterra católica del pasado que dio a luz a esta monarquía, cuyas ceremonias todavía arden bajo las cenizas de esa funesta rama protestante. Estoy reflexionando sobre esta coronación como un símbolo.
Ahora, consideremos la Asunción de Nuestra Señora. Después de su serena muerte y resurrección, Nuestra Señora supo que sería llevada al cielo. Ella lo sabía porque había alcanzado la cumbre de su santidad y sabiduría, la cual le comunicó que había llegado la hora de su glorificación. También su amor de Dios nunca había sido tan intenso y sintió que el momento de la visión beatífica estaba cerca. Por tanto, los ángeles de los coros más altos descendieron para conducirla al cielo.
Yo imagino que su carruaje angélico, para usar una metáfora, fue precedido y seguido por un cortejo de selectos ángeles, quizás ángeles guerreros con muchas victorias contra el Demonio, similar al cortejo militar de la reina de Inglaterra. Luego ella llegó al lugar más solemne del cielo, donde los habitantes se reunieron para rendirle homenaje. Ella fue recibida por su casto esposo San José y, juntos como en una catedral, ellos avanzaron en procesión a través de una nave entre el conjunto ordenado de los santos.
A medida que pasaba y avanzaba hacia el trono de la Santísima Trinidad que la esperaba, ella recibió la reverencia de todos ángeles y santos. En este cortejo de honor, ella no solo recibió el homenaje de cada uno, sino que ella tuvo una comprensión y discernimiento perfecto de lo que representaba cada homenaje. A cada santo o ángel que ella reconocía personalmente, ella le daba la retribución proporcionada de afecto y admiración. Ella recibió la gran alegría de esta hiperdulía de los habitantes del cielo que la honraban porque ella era la Madre de Nuestro Señor Jesucristo y la criatura más fiel a Él.
Todos los pasos anteriores de su Asunción la condujeron a este final estupendo. Ella deseaba ardientemente este final y ello la contentaba enormemente. Esta descripción hipotética nos da una débil idea del conjunto de gozos que Nuestra Señora experimentó aquel día.
Quiero subrayar que esto no fue una hipérbole, una exageración. Yo creo que una fiesta como está realmente tuvo lugar en el cielo como parte de la Asunción de la Virgen. Su asunción, su glorificación, y su coronación fueron tres cosas que se dieron juntas en una gran ceremonia en el cielo.
Una glorificación similar ocurrirá al final de la historia después del Juicio Final. Siguiendo la suprema glorificación de Nuestro Señor como Rey de la historia y el reconocimiento solemne de su victoria sobre Satanás y su séquito de secuaces, es probable que Nuestro Señor rendirá un homenaje final a Nuestra Señora, y nuevamente la Santísima Trinidad confirmará su soberanía sobre el cielo y la tierra – la tierra glorificada y el fin del mundo.
Es mi opinión que esta glorificación de la Virgen en su resurrección y asunción tuvo un efecto sobre la tierra y la naturaleza. Como en Fátima cuando el sol cambió sus colores y bailó, dando vueltas hacia la tierra para confirmar las palabras que ella había dicho a los niños, en el día de su asunción, yo imagino que el sol brillaba con una luz especial, el aire era excepcionalmente puro, y toda la naturaleza estaba inmensamente jubilosa.
Yo creo que ella nos lo comunicará a nosotros y al mundo entero, cuando el Reino de María predicho en Fátima sea solemnemente establecido, algo de la alegría que ella tuvo el día de su Asunción y que ella ahora tiene en el cielo.
Hay una invocación en una letanía a Nuestro Señor que pide: ut ad celestia Desideria erigas, te rogamus, audi nos – que nuestras almas se eleven en deseos por las cosas celestiales, te rogamos óyenos. Esta invocación debe ser la conclusión de nuestra meditación sobre la Asunción de Nuestra Señora. Debemos pedir que podamos amar la felicidad celestial de la Virgen para darle gloria y para que un día podamos estar con ella en el paraíso. También tenemos que meditar sus alegrías como forma de aceptar con paz y resignación las tristezas y sufrimientos que Dios nos envía para que podamos probar nuestro amor por Él.
sábado, 26 de junio de 2010
Sociedad orgánica II: Las sociedades perfectas
De ambas sociedades perfectas – la Iglesia y el Estado – la Iglesia es la más elevada. ¿Qué significa “perfecta” en este caso?
Yo he visto a progresistas reírse de la Iglesia diciendo: “Los católicos tradicionalistas dicen que la Iglesia es una sociedad perfecta, pero mira a este o aquel Papa quienes eran imperfectos. ¿Cómo puede la Iglesia llamarse a sí misma una sociedad perfecta?”. Este tipo de objeción sólo prueba que esa persona no tiene idea de lo que está hablando.
Perfecta aquí no quiere decir que es moralmente perfecta, sino perfecta socialmente. Perfecto viene del latín per factum, lo que significa que es una sociedad que, de hecho, tiene todos los medios necesarios para alcanzar su finalidad propia. El objetivo del Estado es proporcionar orden, armonía, asistencia, instrucción y protección a sus miembros. Puesto que, un Estado posee normalmente los medios para hacer esas cosas, es por lo que se le llama una sociedad perfecta.
La Iglesia es una sociedad perfecta porque Nuestro Señor Jesucristo para conducir a las personas a conocer, amar y servir a Dios sobre todas las cosas y, haciendo esto, salvar sus almas. La Iglesia también se esfuerza por cumplir la voluntad de Dios en la tierra de manera que la vida aquí sea lo más similar posible a la del cielo.
La llave papal de oro representa su poder directo sobre la esfera espiritual, la llave de plata, su poder indirecto sobre la esfera temporalPara alcanzar estos objetivos, Nuestro Señor estableció el Papado y la jerarquía para gobernar y enseñar a la Iglesia, instituyó los sacramentos para distribuir la gracia y le dio todos los medios necesarios para que sea saludable, armónica e independiente, como también para protegerse contra los enemigos espirituales que la atacan sea desde fuera o desde dentro. Por consiguiente, la Iglesia también es una sociedad perfecta.
La doctrina y la historia nos enseñan que el Estado no debe intervenir ni los asuntos de la Iglesia (como la elección de los Papas, la nominación de los obispos y sacerdotes) como tampoco en la enseñanza moral y dogmática de la Iglesia y en la promulgación de sus leyes. Análogamente, la Iglesia no debe intervenir en los asuntos del Estado, a menos que sea para evitar el pecado (ratio peccati – por razones de pecado). La Iglesia puede ejercer una influencia sobre el Estado por medio de las virtudes sobrenaturales que emanan de ella, como la única Iglesia verdadera del único Dios verdadero. Pero esto no significa que ella deba intervenir directamente en la esfera temporal.
Por consiguiente, tanto la esfera espiritual como temporal son independientes y ella deben entablar un relacionamiento armónico. Ellas no se necesitan mutuamente para alcanzar sus objetivos esenciales, sino para fines secundarios. El Estado debe proporcionar a la Iglesia protección contra sus enemigos temporales y darle la ayuda material que ella necesita. La Iglesia debe darle al Estado protección contra sus enemigos espirituales, mejorar la relación del Estado con sus súbditos, e inspirar sus costumbres y leyes para conformarlas con la doctrina católica.
Ambas esferas son perfectas y soberanas, pero deben vivir en armonía.
De las dos sociedades perfectas, la Iglesia es la más elevada porque su objetivo es eterno, mientras que el objetivo del Estado es transitorio. Esto no quiere decir, sin embargo, que el Estado es prescindible. Tanto la Iglesia y el Estado son indispensables. Cada uno tiene su rol propio que no puede ser reemplazado – excepto temporalmente – por el otro.
Como consecuencia, el sacerdote no debe inmiscuirse en los asuntos de lego, así como el lego no debe entrometerse en los del sacerdote.
Los católicos contra-revolucionarios como nosotros, tienen una vocación especial de conocer, amar y defender la relación armónica entre la Iglesia y el Estado.
Estas dos sociedades están formadas por un gran número de cuerpos intermedios.
En la medida que el Estado mantiene esos cuerpos intermedios y promueve su desarrollo, es orgánico y feudal; en la medida que los sofoca o destruye, se hace artificial y revolucionario.
Por ejemplo, en un Estado feudal, existe un inter-relacionamiento entre él y los miembros de aquellos cuerpos intermediarios de modo que ninguno de estos últimos obedecería simplemente sin tener alguna voz o ejercer alguna influencia en el poder del Estado. Creo que este es un punto importante que hay que destacar.
En la Edad Media, los trabajadores de un gremio tendrían una participación en el gobierno de su gremio de una forma u otra. Los gremios tenían su propia jerarquía – el maestro artesano, el jornalero y el aprendiz – que era respetada. También tenían un fuerte componente religioso: normalmente elegían a un santo como patrón, alguno que tuviera una estrecha relación a su profesión. A menudo el presidente de una fraternidad religiosa de un gremio era un jornalero o incluso un aprendiz, y ello no perturbaba la normal jerarquía existente en el gremio. El maestro no se ofendía o lo consideraba como una afrenta a su autoridad. Ello era considerado absolutamente normal.
En esta totalidad del cuadro, vemos que los gremios a menudo desempeñaban un rol en los asuntos administrativos en su pueblo o ciudad. No era raro encontrar, en una ciudad con gremios fuertes y muchos trabajadores, que esos mismos gremios pasaran a ser el poder dominante en la ciudad.
Debemos entender que como regla, las clases sociales son distintas. Al mismo tiempo, debemos darnos cuenta que hay muchas excepciones que deben ser aceptadas amablemente y con buena voluntad, y no con recelo y temor. El hecho de que una organización de naturaleza inferior a veces ejerza un poder de una naturaleza superior, deber ser libremente reconocido. Esto de ninguna manera disminuiría las organizaciones superiores.
Abadesas que ejercía un gobierno temporal
Sin embargo, sólo bajo la inspiración de la Iglesia existieron estados donde los gobernadores eran mujeres. Esto ocurrió en los grandes conventos que tenían propiedades tan grandes que se convirtieron en feudos temporales. Por esta razón, las abadesas, las abadesas recibían en efecto títulos como condesa, duquesa o princesa de aquella tierra o provincia. De hecho, ellas ejercían el poder temporal sobre aquellas poblaciones y eran respetadas como tales.
Esta excepción a la regla se hizo sin un comité de planificación: ello ocurrió de manera orgánica.
En parte de su historia, el Sacro Imperio romano estuvo compuesto por cerca de 1000 pequeños Estados. Muchos de esos Estados eran gobernados por mujeres. Es perfectamente comprensible. Es orgánico.
domingo, 13 de junio de 2010
La conversión del moro de Pamplona
Otro caso de bilocación de la venerable María de Ágreda mucho más cerca de su convento en España. Un muy bien documentado episodio que causó sensación en su tiempo es la famosa conversión del moro de Pamplona, un poblado a unos 128 km de Ágreda.
El nombre del moro y las circunstancias de su conversión están registrados en el libro bautismal de la parroquia de Ágreda. El gobernador de armas de Pamplona, un noble que visitaba periódicamente el convento, relató el caso en los registros.
En el otoño de 1626, él recibió una carta de un amigo de Madrid, pidiéndole que trajera de vuelta a un moro que había escapado de Madrid y que ahora estaba siendo retenido en el castillo de Pamplona. Él le advirtió al oficial de Ágreda que debía tener mucho cuidado en el trasporte del moro, que era un “perro grande” que podría escapar si no estuviese fuertemente atado.
Cuando el gobernador de armas llegó a Madrid, él se sorprendió al enterarse que el moro estaba reclamando que él había sido catequizado por una monja que se le había aparecido dos veces en la prisión del castillo. De rodillas, ella le había suplicado que se hiciese cristiano. Después de que ella lo instruyese en los misterios de la fe, él había decidido recibir el bautismo en la parroquia de Nuestra Señora de los Milagros en el pueblo de Ágreda y de tomar el nombre bautismal de Francisco, como la religiosa le había aconsejado.
Asombrado, el caballero condujo al moro a Ágreda. En el día señalado para su bautismo, las personas más distinguidas de Ágreda y el pueblo estuvieron presentes como testigos de esta maravilla. El moro entró en la Iglesia de Nuestra Señora de los Milagros y, para la edificación y júbilo de todos los presentes, fue solemnemente bautizado el 28 de noviembre de 1626.
Fray Juan Bautista del Campo, guardián franciscano del monasterio de San Julián de Ágreda, Fray Antonio Vicente y Fray Juan Ruiz, respectivamente vicario general y procurador del convento, el mencionado gobernador de armas, el notario de la ciudad Don Lucas Pérez Planillo y varios otros señores y señoras que habían escuchado de la prodigiosa conversión acompañaron al moro al convento. Ellos se colocaron cerca de la puerta donde ellos pudieran permanecer ocultos y de la vista de las tres monjas que pasaban con sus velos levantados.
Se le pidió al moro que identificase cuál de las tres había sido la que lo había visitado e instruido en el castillo de Pamplona.
“Ella estaba vestida como así, pero no es”, respondió.
Cuando pasó la segunda, él dijo “Ella no es”.
Cuando pasó la tercera, que era la madre María de Jesús, él exclamó “¡Ella es!”
No satisfechos con esta prueba, el superior obligó a todas las monjas de la comunidad a que pasaran delante del moro. “No es ella” decía de cada una de las que pasaron hasta la última. “¡Miren, miren! ¡Ella es quien me convirtió!” exclamó. Y luego agregó dirigiéndose a ella “venga y dígame ¿cómo es que usted, que está aquí en este convento de donde no puede salir, viajó a Pamplona para convertirme mientras era prisionero en el castillo?”.
La humilde sierva de Dios no dijo nada y lentamente comenzó a alejarse de las otras monjas. Nuevamente él gritó en voz alta: “¡Señores, esa es la monja que se me apareció en Pamplona y me convirtió!”.
Las noticias de esta joven abadesa – de sólo 24 años de edad y que había profesado hace seis años – que había convertido al moro viajó por toda la región y más allá, edificando al pueblo y haciendo mucho bien por la causa de nuestra Santa Religión.
Fuentes:
1. Ricardo Romero, difusor of the Order of the Immaculate Conception and the Cause for the Beatification of Ven. Sor María de Jesús
viernes, 4 de junio de 2010
Sociedad orgánica I: La luna y su halo
¿Por qué un católico debe interesarse por la sociedad y no sólo por la religión?
La comprensión de la santidad y el esplendor de la sociedad temporal son fundamentales, si no indispensables, para poseer la virtud del amor a Dios. A Dios no lo debemos amar únicamente como a un Ser abstracto perdido en las alturas del cielo, sino también a través de las imágenes que lo reflejan en esta tierra.
Dios estableció la Iglesia católica como un medio para que nosotros lo conozcamos y amemos a través de sus instituciones, su gobierno y estructura jerárquica. También, a través de la santidad de su historia, la majestad de su liturgia, la pureza de su doctrina y, por supuesto, la gracia santificante de la cual ella es el canal necesario.
Las perspectivas temporal y religiosa de la gloria de Dios son como los dos ojos que Dios nos dio para ver. Con un ojo, tenemos la noción de la profundidad de un panorama; con el otro, su amplitud. La armonización de los datos de ambos ojos nos da, por lo tanto, un cuadro completo de la realidad objetiva ante nuestros ojos. Del mismo modo, las perspectivas temporal y religiosa de la sociedad deben armonizarse en nuestras almas de manera que tengamos una visión completa del conjunto de la realidad de la creación, amarla en consecuencia, y dar la debida gloria a Dios.
En el conjunto del orden instituido por Dios, hay una perspectiva general, una visión global, que propiamente hablando es la visión completa de la creación. Una noción amplia de santidad proviene de esta visión de conjunto de un mundo organizado según la doctrina católica. Es una santidad más extensa que la santidad de una única persona, familia, o de un seminario piadoso. Al considerar este conjunto del orden instituido por Dios, tenemos una imagen más perfecta de Él.
Este conjunto refleja una tal belleza de Dios que considero que es el más perfecta reflejo de Dios posible que el hombre pueda tener. Es esta la santidad suprema que el hombre está llamado a conocer, amar e imitar.
También creo que nadie puede ser indiferente a este conjunto. Todos los hombres, explícita o implícitamente toman una posición delante de estas dos grandes realidades armonizadas: la Santa Iglesia Católica Apostólica, la sociedad sobrenatural, y el orden temporal cristiano.
La Iglesia Católica es como la luna y el orden cristiano es como la halo de luz que la circunda. El halo luminoso más hermoso es la sociedad temporal. La luminosidad existe en función de la luna, del mismo modo que el Estado católico vive en función de la Iglesia.
Además, no se puede ser indiferente ante los reflejos de Dios en la tierra.
Imagine que en dos departamentos colindantes haya familias con estilos de vida completamente diferentes. Una es una buena familia católica en cuyo hogar la atmósfera es sobrenatural y los miembros viven en armonía. La otra es una familia de malas costumbres, en la que unos miembros están habitualmente borrachos, otros usan drogas; el mal lenguaje y el adulterio son comunes; las peleas y los insultos son normales. ¿Cómo puede alguien pretender que los dos departamentos no tienen importancia para la gloria de Dios? ¿Que se es indiferente de si una persona vive en uno o en el otro?
En el primer departamento, el rostro de Dios está representado por la virtud de la familia; la otra familia expresa lo opuesto a Él. Nadie debe ser indiferente a esto. En esta situación en particular, amar la imagen de Dios en todas las cosas implica en amar a la buena familia católica y detestar la maldad de la otra.
El verdadero amor de Dios incluye el amor de todo lo bueno que existe en la tierra y el odio de todos los trastornos y vicios que niegan las perfecciones y excelencias de Dios.
Se trata de uno de los presupuestos que necesitamos tener para entrar en nuestro estudio acerca de la sociedad orgánica.
miércoles, 2 de junio de 2010
Benedicto XVI en Fátima y la hierba de invierno
De todos modos, la visita fue un éxito. El buen pueblo portugués recibió al Papa – o mejor a su Papa – mucho más que a Joseph Ratzinger. Al ver los videos y al escuchar a los oradores en portugués, uno se da cuenta que a pesar que la jerarquía y el clero de ese país están en completa sintonía con el Vaticano II, el pueblo estaba vitoreando a Pío XII detrás de la silueta de Benedicto XVI.
Los expertos vaticanos y prelados portugueses consiguieron que el pueblo pasara por alto que fue el mismo P. Joseph Ratzinger con su mentor el P. Karl Rahner quienes estuvieron detrás del rechazo al esquema conciliar para promover la mariología. Que también fue el mismo cardenal Ratzinger quien afirmó que el mensaje de Fátima fue el fruto de la imaginación de los niños. Y que él también fue quien inspiró la vacía revelación del “tercer secreto” en el año 2000, la que, según sus palabras, ahora era “parte del pasado”, poniéndole fin al misterio de Fátima.
Él fue quien sustentó que los rusos cismáticos no deberían ser convertidos, en abierta oposición a las palabras de la Virgen en Fátima. Fue también bajo el pontificado de Benedicto XVI que fue publicado un supuesto libro escrito por la hermana Lucía II el cual le dio un nuevo giro judaico al mensaje de Fátima señalando que la matanza de los judíos, en la Segunda Guerra Mundial, era una parte importante de las revelaciones.
Sin embargo, desde el 11 al 14 de mayo de 2010, todas esas cosas fueron olvidadas, y Benedicto XVI fue presentado como un recién emergido, pero indiscutible devoto de Fátima y de la Santísima Virgen.
Considerable multitud de personas estuvieron presentes en Lisboa y Oporto para recibirlo y despedirlo. Con respecto al pueblo que fue a Fátima el 13 de mayo, yo creo que los 300.000 peregrinos habían ido para rendir honor a la Virgen independientemente de que Benedicto XVI estuviera ahí o no.
En el momento en que el Papa Ratzinger dejó Portugal, la atmósfera alrededor de él cambió. Los fríos vientos de los escándalos sexuales habían dejado de soplar, y una hierba invernal – una hierba sembrada sobre el césped de invierno marrón – comenzó a aparecer, verde y hermosa. Los expertos en opinión pública del Vaticano habían ganado. ¿Pero por cuánto tiempo?
¿Cuál fue el mensaje de Benedicto XVI cuando estuvo en Portugal? He aquí un breve análisis.
Un entusiasta republicano
La historia de Portugal nos dice que el país fue por casi 800 años una monarquía, desde su nacimiento en 1139 hasta la revolución republicana que depuso al rey Manuel II en 1910. Hoy, cerca del 30% del pueblo portugués todavía se muestran reticentes a ser llamados republicanos, de los que alrededor de un 16% se definen como monárquicos.
No obstante, apenas puso pie en suelo portugués, Benedicto XVI pronunció un discurso alabando la república. Él dijo:
La monarquía portuguesa fue oficialmente católica; la república es de inspiración masónica y oficialmente a-católica. Además, la república promovió violentos ataques contra la Iglesia, incluyendo la confiscación de sus propiedades.
¿Por qué el jefe de la Iglesia católica hizo una tal alabanza a ese régimen y deja de lado a una considerable porción de sus propios fieles? Trataré de responder más adelante.
También es inexplicable que, si bien que el 91% de los portugueses son católicos, en el mismo discurso Benedicto XVI haya enviado sus saludos a todas las religiones: “A todos, sea cual sea su fe o religión, les extiendo un saludo de amistad”. Así, en ese corto discurso inicial él desdeñó al 16% de los monárquicos del país como también a los muchos anti-republicanos, cuyo número se encuentra entre los mejores hijos de la Iglesia y a su vez se dirigió a los menos del 9% de miembros de las falsas religiones, quienes no podrían importarle menos lo que él dice.
Asimilación del protestantismo y la Ilustración
También en Lisboa, el 12 de mayo, Benedicto se dirigió a los representantes del mundo de la cultura. Él describió al mundo actual como en conflicto entre la tradición y el presente: la tradición representada por el catolicismo y el presente por la Ilustración. Este es un enfoque hegeliano con su tesis, antítesis y síntesis, que él presenta como esencia del Vaticano II. Esto es lo que dijo sobre el objetivo del Concilio y sus frutos:
Benedicto XVI fue muy claro: en los choques continuos entre la tesis y la antítesis – la tradición y el presente, el catolicismo y la Revolución – el Vaticano II representa la feliz síntesis hegeliana que asimila los buenos aspectos de cada uno y los trasciende a ambos, dando nacimiento a la Iglesia revolucionaria. Esta es la Iglesia que conducirá al hombre a lo largo de los próximos pasos de la historia.
Al admitir ambos modelos – el del catolicismo y el de la Revolución – y señalando un nuevo objetivo a ser alcanzado, así habló Benedicto al mundo de la cultura.
Con esto, se hace claro el por qué él rechazó a los monárquicos. Ellos pertenecerían a un pasado arcaico fuera de esta marcha hegeliana hacia el futuro. Este punto de vista, huelga decir, es equivocado. Los tradicionalistas y monárquicos defienden los principios correctos que forjaron la nación portuguesa. Si la marcha de Benedicto XVI hubiera sido aplicada en el pasado, Portugal habría sido medio musulmán después de la Reconquista, y no católico.
Antes del Concilio, los Papas siempre se dirigían a su público católico como “nuestros hijos”. Cuando hablaban a los obispos, ellos decían “nuestros venerables hermanos en el episcopado”, porque los obispos, al igual que el Papa, tienen la plenitud del poder del Orden. Ellos nunca se dirigirían a los sacerdotes, religiosos y religiosas o seminaristas como “mis hermanos y hermanas”.
Este nuevo estilo de hablar es, por lo tanto, otro paso en la destrucción de las costumbres papales tradicionales.
Fátima utilizada para promover la república universal
En la explanada delante de la basílica de Fátima, Benedicto XVI dijo “sería un error pensar que el mensaje profético de Fátima se ha completado”. Después, en su breve homilía, él expresó el deseo de que ya que el centenario de las apariciones en 2017 se acerca, la Virgen “acelerase el cumplimiento de la profecía del triunfo del Inmaculado Corazón de María, para la mayor gloria de la Santísima Trinidad”.
Estas palabras se han interpretado en el sentido de que Benedicto se volvió a abrir a la cuestión de si el “tercer secreto” que él reveló el 2000 fue el auténtico. Yo creo que esta interpretación carece de fundamento en la realidad. El tema que él estaba tratando no tenía nada que ver con el “tercer secreto”. Él considera esto un capítulo cerrado de la historia.
Para saber lo que él quería decir con “el cumplimiento de la profecía” debemos fijarnos en la homilía que él dirigió a los obispos en ese mismo día cuando elogió sus “testimonios como profetas de la justicia y de la paz y defensores de los derechos inalienables de la persona”. Cuando se dirigió al mundo de la cultura, el también explicó su comprensión de la profecía diciendo: “Nuestra época exige lo mejor de nuestros esfuerzos, el coraje profético y una renovada capacidad para señalar nuevos mundos al mundo”. Por lo tanto, hay que entender sus palabras sobre la profecía de acuerdo con este significado social.
En la misa final en Oporto, él definió más claramente lo que sería el objetivo ideal de la Iglesia: “Hoy la Iglesia está llamada a enfrentar nuevos desafíos y está dispuesta a dialogar con las diferentes culturas y religiones en la búsqueda de maneras de construir, junto a todos los pueblos de buena voluntad, la coexistencia pacífica de las naciones”.Por lo tanto, lo que él hizo fue insertar el mensaje de Nuestra Señora de Fátima en el objetivo de alcanzar una unión universal de religiones y pueblos: la civilización del amor. Esto es nada menos que la consecución de una pan-religión en la esfera religiosa y un orden mundial único en la esfera temporal. Esto es lo que él espera que sea plenamente logrado en el 2017. Él usó Fátima para promover este objetivo.
Por lo que puedo ver, aquellos quienes suponen que ahora Benedicto está dispuesto a negar sus palabras anteriores y preparándose a revelar otro secreto están apenas cayendo en ilusiones.