viernes, 14 de septiembre de 2012

Tchaikovsky: Capriccio! Italiano - Obertura 1812 y Suite Cascanueces, Op. 71a


Esta es una selección de grabaciones editadas por la década de los 70 en discos de vinilo 4 phase, que quizás son de la mejor calidad que se ha logrado en el vinilo. Los CD nunca podrán superar el vinilo, ni tampoco el formato MP3. Por lo tanto, si bien que están sacadas de un disco vinilo, al ser transformadas en formato mp3 pierden algo de su esplendida calidad. Sin embargo, igual se puede apreciar la calidad superior. La interpretación de estas piezas de Tchaikovsky es hecha por la London Festival Orchestra, tomadas de dos discos. Hemos seleccionado las siguientes piezas:
I.                    Capriccio! Italiano
II.                  Tchaikovsky - Obertura 1812 y Suite Cascanueces, Op. 71a
1.       Suite Cascanueces, Op. 71a: Miniature Overture
2.       Suite Cascanueces, Op. 71a: March
3.       Suite Cascanueces, Op. 71a: Dance of the sugar plum fairy
4.       Suite Cascanueces, Op. 71a: Russian Dance
5.       Suite Cascanueces, Op. 71a: Arab Dance
6.       Suite Cascanueces, Op. 71a: Chinese Dance
7.       Suite Cascanueces, Op. 71a: Dance of the flutes
8.       Suite Cascanueces, Op. 71a: Waltz of the flowers
9.       Overture, 1812 ,op 49



Para escuchar haga clic en play. Si no puede escuchar aquí vaya al siguiente enlace:
http://www.goear.com/playlist/cb4c095/grandes-de-tchaikowsky/

jueves, 13 de septiembre de 2012

El carácter aristocrático de las asociaciones hereditarias en los EE.UU.


Las elites tradicionales formaron en los Estados Unidos asociaciones de acceso restringido en cuyo medio pueden expandir libremente sus cualidades más nobles y sus costumbres tradicionales. El historiador social Cleveland Amory explica que “en nuestros días, los aristócratas pueden encontrarse más fácilmente en buen número, si no en la alta sociedad, al menos en una Sociedad, es decir, en alguna de las asociaciones plenamente aristocráticas ―aunque oficialmente denominadas patrióticas―, como la de los Cincinnati, Colonial Dames, Colonial Wars, D.A.R., etc.; porque… forman parte seguramente, e incluso genealógicamente, de la [alta sociedad] de ayer, y esto las convierte, por supuesto, en la aristocracia de hoy[1].

Benjamin Harrison, presidente n. 23 de los EE.UU.
Los Harrison son de las primeras familias de Virginia.
Los orígenes, objetivos y requisitos de admisión en dichas asociaciones varían. Algunas están destinadas a perpetuar la memoria de antepasados que se distinguieron en la guerra, fueron fundadores de ciudades o colonizadores pioneros, u ocuparon posiciones de relieve en los Gobiernos Coloniales o republicanos. Para ser socio, se requiere, en general, probar que se desciende del correspondiente personaje y el voto favorable de un comité de recepción o, a veces, de todos los miembros de la asociación.

Otras incluyen entre sus objetivos, actividades de carácter patriótico, pero no son asociaciones meramente patrióticas. En ellas hay una exclusividad basada en el linaje, en contradicción con la inclusividad democrática-igualitaria. He aquí esta paradoja descrita por Wallace Davies: “Ni un súbito crecimiento del sentimiento patriótico, ni siquiera una inmersión en el pasado norteamericano consiguen explicar el carácter hereditario de esas asociaciones. De hecho, un renovado interés por las instituciones republicanas y por los ideales de la democracia… parecerían extemporáneamente incompatibles con tal imitación de la aristocracia del Viejo Mundo y con una posición basada en el linaje[2].

El mayor general Anthony Wayne (1745-1796),
general estadounidense
Da la impresión que para evitar la limitación injusta impuesta por la prohibición de títulos, los fundadores de las más antiguas asociaciones hereditarias americanas aspiraron a que ellas fuesen reconocidas oficialmente, y que se convirtiesen en algo análogo a las asociaciones de la nobleza europea. De esta forma, fueron tan lejos como se lo permitían las leyes y la cultura de los Estados Unidos. Su intención última se discierne en la naturaleza verdaderamente aristocrática de las asociaciones que erigieron.

El mero hecho de pertenecer a una asociación hereditaria no convierte ipso facto a alguien en aristócrata, especialmente porque ninguna de ellas es ennoblecedora de por sí. Sin embargo, es notable que los motivos psicológicos ―no siempre explícitos― que las dieron a luz, en general son semejantes a los que dieron origen a la aristocracia blasonada.

Larz Anderson House. Washington, DC residencia del embajador y la Sra. Larz Anderson desde 1905 hasta 1937, la casa ahora sirve como la sede nacional de la Sociedad de Cincinnati, más antigua asociación patriótica y hereditaria de la nación.
También es necesario poner de relieve la proyección de dichas asociaciones en la vida cultural de los Estados Unidos. Sus miembros promueven el bien común por medio de obras como el mantenimiento de museos y bibliotecas, la restauración de monumentos históricos o el patrocinio de estudios históricos. De esta forma, conservan y mejoran la herencia cultural y las tradiciones de los Estados Unidos.



[1] Cleveland Amory, Who Killed Society? (New York: Harper & Bros., 1960), p. 67.
[2] Wallace Evan Davies, Patriotism on Parade (Cambridge: Harvard University Press, 1955), p. 47.

Ser de estirpe noble es un precioso don de Dios


I parte[1]

1. La nobleza es un don de Dios

De la alocución de Pío IX al patriciado y a la nobleza romana del 17 de junio de 1871:

Cuadro que creemos representa a Felipe II y algunos miembros de su corte,
(no sabemos quién es el pintor)
Cierto día un cardenal príncipe romano le presentaba un sobrino suyo a uno de mis Predecesores, el cual profirió, en dicha ocasión, una justa sentencia: los tronos se mantienen principalmente por obra de la nobleza y del clero. No se puede negar que la nobleza es también un don de Dios, y aunque nuestro Señor quiso nacer humildemente en un establo, se lee, sin embargo, al inicio de dos evangelios, una larga genealogía suya [que muestra] que Él desciende de príncipes y reyes. Usad dignamente este privilegio, manteniendo inviolable el principio de la legitimidad. …

Por lo tanto, seguid usando bien esta prerrogativa y será un uso nobilísimo el que de ella podáis hacer en favor de aquellos que, perteneciendo a vuestra clase, no siguen vuestros principios. Algunas palabras afectuosas de buenos amigos podrán mucho en sus ánimos y más aún podrán vuestras oraciones. Soportad con ánimo generoso los disgustos con que os podáis encontrar. Que Dios os bendiga durante toda vuestra vida, como lo ruego de todo corazón[2].

2. Nuestro Señor Jesucristo quiso nacer noble; Él mismo amó la aristocracia

De la alocución de Pío IX al patriciado y a la nobleza romana del 29 de diciembre de 1872.

El propio Jesucristo amó la aristocracia y, si no me equivoco, ya en otra ocasión, os he manifestado esta idea. También Él quiso nacer noble, de la estirpe de David, y su Evangelio nos hace conocer su árbol genealógico, hasta José, hasta María, ‘de natus qua est Jesus’.

Por lo tanto, la aristocracia, la nobleza, es un don de Dios. Por eso, conservadlo diligentemente, usadlo dignamente. Vosotros ya lo hacéis con las obras cristianas y caritativas, a las cuales os dedicáis continuamente con tanta edificación del prójimo y con tanto provecho para vuestras almas[3].

3. La nobleza de nacimiento es, en apariencia, un hecho fortuito, pero proviene, en realidad, de una benigna disposición del cielo

De la alocución de León XIII al patriciado y a la nobleza romana del 21 de enero de 1897.

N. S. Jesucristo nació noble y es rey
Nos alegra el alma volveros a ver después de un año en este mismo lugar, hermanados por la consonancia de pensamientos y afectos que os honran. Nuestra caridad no conoce ni debe conocer acepción de personas, pero no puede ser censurada si se complace particularmente en vosotros, precisamente por comprender el grado social que os ha sido asignado, en apariencia por un hecho fortuito, pero en realidad por benigna disposición del cielo. ¿Cómo negar un particular respeto a la nobleza de linaje, si el divino Redentor mostró con los hechos tenerla en tanta estima? Es verdad que adoptó la pobreza en su peregrinación terrenal, que no quiso nunca a la riqueza por compañera; pero, por otro lado, eligió una estirpe real para nacer.

Os recomendamos estas cosas, amados hijos, no para adular un orgullo insensato, sino para alentaros a obrar de un modo digno de vuestra categoría. Cada individuo o cada clase de individuos tienen su función y su valor; del ordenado concierto de todos emana la armonía del consorcio humano. Es innegable, sin embargo, que en los órdenes privado y público la aristocracia de sangre es una fuerza especial, como el patrimonio y el talento. Si no estuviese de acuerdo con los procedimientos de la naturaleza, no habría sido, como fue en todos los tiempos, una de las leyes moderadoras de los hechos humanos; de donde no es ilógico deducir, argumentando con el pasado, que por más que los tiempos cambien nunca dejará de tener eficacia un nombre ilustre para quien sepa llevarlo dignamente[4].

Continuará. Siguiente publicación: 4. Jesucristo quiso nacer de estirpe real; 5. Nuestro Señor Jesucristo quiso nacer pobre, pero quiso también tener una insigne vinculación con la aristocracia; 6. María, José, y por tanto Jesús, nacieron de estirpe real



[1] Plinio Correa De Oliveira, Nobleza y élites tradicionales análogas en las alocuciones de Pío XII al patriciado y a la nobleza romana, Ed. Santiago Apóstol S.A. 1993, Santiago de Chile, Tomo I, Parte III, Documentos IV, pp. 287-288.
[2] Discorsi del Sommo Pontefice Pio IX, Tipografía di G. Aurelj. Roma, 1872, vol. I, p. 127.
[3] Discorsi del Sommo Pontefice Pio IX, Tipografía di G. Aurelj. Roma, 1872, vol. II, p. 148.
[4] Leonis XIII Pontificis Maximi Acta, Ex Typhographia Vaticana, Romae, 1898, vo. XVII, pp. 357-359.

¿Habrá vida o atmósfera en marte?

Se está levantando una polémica de que la NASA está manipulando los colores de las fotografías obtenidas por el curiosity para aparentemente ocultar el cielo azul y el suelo tonos algo verde de marte.

Mensaje Satánico dentro de los teléfonos Android

El 11 º aniversario del 9/11: La verdad sigue siendo importante! (inglés)


Para entender la improbabilidad de la explicación del gobierno del 9/11, no es necesario saber nada acerca de qué fuerza o fuerzas derribaron los tres edificios del World Trade Center, de lo que impactó el Pentágono o causó la explosión, de las habilidades de dirigir los aviones o la falta de la misma de los presuntos secuestradores, de si el avión se estrelló en Pennsylvania o fue derribado, o si las llamadas por teléfono celular realizadas en las altitudes podían ser recibidas, o cualquier otro aspecto debatido de la controversia.
Sólo hay que saber dos cosas.
Una de ellas es que, según la versión oficial, un puñado de árabes, árabes sauditas, principalmente, que operan de forma independiente de cualquier gobierno y servicio de inteligencia competente, hombres sin las capacidades de James Bond y V de Vendetta, más listos no sólo la CIA, el FBI y la Agencia de Seguridad Nacional , sino de todas las 16 agencias de inteligencia de Estados Unidos, junto con todos los organismos de seguridad de los aliados de Estados Unidos de la OTAN y del Mossad israelí. No sólo  todas las fuerzas de inteligencia del mundo occidental fallaron, sino que en la mañana del ataque, falló simultáneamente todo el aparato del Estado de Seguridad Nacional . La seguridad del aeropuerto falló cuatro veces en una hora. NORAD falló. El control del tráfico aéreo falló. La Fuerza Aérea de los EE.UU. falló. El Consejo de Seguridad Nacional falló. Dick Cheney falló. Absolutamente nada funcionó. La única superpotencia del mundo quedó impotente ante la humillante merced de unos pocos árabes mediocres.
Es difícil imaginar una historia más inverosímil - a excepción de la segunda cosa que usted necesita saber: El fracaso humillante de Seguridad Nacional de EE.UU. no dio lugar a demandas inmediatas del Presidente de los Estados Unidos, del Congreso, de la Joint Jefes de Estado Mayor, y de los medios de comunicación para una investigación de cómo pudo haber ocurrido tal improbable fracaso total. Nadie fue responsable por el mayor fracaso de la seguridad nacional en la historia del mundo. En cambio, la Casa Blanca arrastró sus pies durante un año resistiéndose a cualquier investigación hasta que las persistentes demandas del 9/11 sobre la responsabilidad de las familias obligó al presidente George W. Bush de nombrar una comisión política, carente de cualquier experto, para sostener una mentirosa investigación.
Los siguientes dos videos aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=CrBqtFe3guE&feature=autoplay&list=ULEoC0FUTvndY&playnext=1
y aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=tMCM9mLqgWQ&feature=channel&list=UL

martes, 11 de septiembre de 2012

11 años después del 9/11

Son muchas las pruebas que demuestran que el atentado de 11 de Septiembre de 2001 fue un trabajo interior

domingo, 9 de septiembre de 2012

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