miércoles, 25 de enero de 2012

Perder la fe en nombre de la fe

Hace un par de semanas, uno de nuestros lectores nos preguntaba por la doctrina de la Iglesia sobre los métodos de anti-concepción. Citamos, en el correo de respuesta, la encíclica Castii Connubii de SS. Pio XI, sobre el matrimonio cristiano. En ese documento pontificio, se explican los fundamentos del sacramento del matrimonio, contexto en el cual el santo padre explica los fines primarios y secundarios del matrimonio, así como otros aspectos relevantes del sacramento.

El manual de anti-concepción “natural”

Nuestra lectora, quien asistía regularmente a los círculos de “formación” del Opus Dei, contra-argumentaba diciendo que no solamente había aprendido el método de anticoncepción “natural” (la contracepción de suyo va contra la “naturaleza” del acto matrimonial) llamado el método Billings, sino que en ese movimiento modernista había recibido un manual en el cual puede seguir paso a paso este método, documento recibido en la Universidad de los Andes. Vea foto adjunta.

Manual promovido en la Universidad de Los Andes, dirigida por el Opus Dei


Contenido del manual

La introducción y los sofismas para justificar el error
Los monitores le enseñaban este método indicando que había sido aprobado por el magisterio de la Iglesia. Más aún se reafirmaba en ella esta convicción toda vez que el anti-papa Benedicto XVI en su libro herético “Luz del mundo, entrevista con Peter Seewald” afirma que la anticoncepción llamada “natural” (¡!) es una forma de vida:
“Pregunta – Pero, ¿en realidad la Iglesia rechaza cualquier tipo de regulación de la concepción ? Respuesta – No . Después de todo, todo el mundo sabe que la Iglesia afirma la regulación natural de la concepción, que no sólo es un método, sino también una forma de vida”, Benedicto XVI, Luz del Mundo, 2010, p. 147.

La doctrina católica es diametralmente opuesta a la herejía promovida por el anti-papa Benedicto XVI y del Opus Dei

Esta lectora nos pidió que explicáramos por qué la posición católica es diametralmente opuesta a lo que ese movimiento religioso herético le enseña. Y la respuesta es muy simple: el magisterio de la Iglesia define la práctica de ese método “natural” como un vicio contra el fin primario del matrimonio, el llamado “onanismo conyugal”. Onán, en el Antiguo Testamento, hacía una práctica similar al método Billings ya que no quería que su mujer quedase embarazada. La respuesta de Dios fue inmediata: lo mató. Con esto la Iglesia demuestra – al contrario de lo que sostienen los seudo católicos que promueven una fe cuyos dogmas son exclusivamente los gustos individuales – que Dios aborrece el onanismo conyugal, vicio que impide el fin primario del matrimonio: la procreación, “Creced y multiplicaos y llenad la tierra”, Gen 1, 28.

Los argumentos contra la fe

Luego de consultar a los monitores del “círculo” de formación del Opus Dei por este punto doctrinario, nos comentó que la aprobación de la Iglesia al método “natural” se explicaría porque la mayoría de las familias no podrían sostener una prole numerosa. Y la Iglesia, entendiendo el problema económico del hombre moderno, aceptaba en consecuencia esta práctica. Si por un segundo le diésemos la razón a esos supuestos “católicos” nos veríamos, por lógica, forzados a aceptar alguna de estas dos absurdas consecuencias:
Primero, cuando Dios dice en el Génesis al hombre, “Creced y multiplicaos” sencillamente se habría equivocado, se requeriría algo más preciso como “multiplicaos sólo si dispones del dinero para hacerlo”. ¿No es acaso una ofensa a Dios pensar así?
Segundo, Dios le pediría al hombre algo que este no podría dar. Le pediría tener una descendencia numerosa a la cual él no podría dar sustento: el resultado sería que la prole moriría en la escasez y miseria total. Incluso los paganos reconocen, por un principio conforme al orden natural, que se falta a la justicia con quien se le exige algo que no puede dar. En otras palabras, si exigiéramos a un infante de 5 años que rindiera un examen de graduación en una facultad de economía, aún a las conciencias más deformadas por la pastoral moderna, les resultaría fácil reconocer que esa exigencia “no sería justa”
El Papa Pio XI en su encíclica Castii Connubii, por definición del Concilio Vaticano I, hace uso de la infalibilidad pontificia. Es dogma de fe que el Santo Padre es infalible cuando hace uso del oficio de doctor y pastor de la Iglesia y enseña a la Iglesia universal materias de fe o moral. Todos estos requisitos se cumplen en Castii Connubii, lo que coloca a los falsos católicos del Opus Dei frente a la disyuntiva de obedecer o rechazar lo que infaliblemente enseña la Iglesia. ¿Qué hacer? ¿Obedecer con filial obediencia o revelarse con el orgullo de la serpiente? Es lamentable constatar la irrefutable realidad: este grupo seudo-católico sigue adelante enseñando el error a sabiendas y así, va haciendo que los fieles pierdan la fe, en nombre de la fe: una de las peores atrocidades de la historia de la civilización cristiana.
Fuente: http://elcruzado.org
Descargue aquí la Enciclica Casti Connubii PP Pio XI
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