Decretos reales, leyes personales & derecho consuetudinario
Plinio
Corrêa de Oliveira
Después de 200 años de invasiones
bárbaras que disolvieron el Imperio carolingio, como vimos en el artículo anterior, las leyes de cada país no permanecieron
intactas. Entonces, ¿cómo se hizo la reorganización de la ley?
Las costumbres de cada área que se
desarrollaron a partir de las nuevas situaciones cambiaron gradualmente las
leyes anteriores, creando nuevos derechos y obligaciones. Esto ocurrió de
manera orgánica, a través de las mimas costumbres, sin la necesidad de
representantes del pueblo para escribir y votar sobre nuevas leyes y
reglamentos, como sucede hoy en las democracias modernas.
Es así que, cuando las invasiones terminaron,
la Edad Media se encontraba ante una nueva realidad. Europa estaba llena de
castillos de los barones, donde cada uno había hecho de su feudo un pequeño
Estado. Cada feudo tenía sus propias leyes que habían brotado de las diferentes
circunstancias concretas, de los hombres que participaron plenamente en el
campo de cada conjunto de leyes.
Un señor participando en todas las etapas de la vinificación |
Por ejemplo, alguien que vendía ganado
conocía todas las costumbres locales que regulaban la venta de ganado. Más
tarde esas costumbres se codificaron, llenando varios cientos de páginas sobre
el tema, presentando soluciones para cada complicación que pudiera surgir en la
venta de ganado en esa región.
Otro ejemplo sería el señor feudal
que tenía una relación de trabajo con los campesinos que cosechan su viña. Él y
los campesinos conocían lo que se necesitaba para dirigir el trabajo y los
negocios. Las leyes surgieron de forma natural reflejando ese conocimiento, y
por lo tanto estaban profundamente arraigadas en la realidad del día a día.
La característica de esas leyes,
por lo tanto, era que ellas fueron hechas por las personas que estaban realmente
involucradas con el trabajo o actividad. Es lo contrario de los tiempos
modernos, cuando las leyes son escritas por hombres que ignoran casi totalmente
el trabajo o actividad por la cual aprueban la legislación. Las leyes
medievales también cambiarían orgánicamente para adaptarse a las nuevas
situaciones y costumbres. Así fue como nació el derecho consuetudinario o de la
costumbre.
Durante ese tiempo, ¿qué sucedió
con las leyes estatales? Por cierto, lo que hoy llamamos Estado estaba representado
entonces por el rey. El rey era el Estado. Si Luis XIV había hecho esa declaración
atribuida a él – “l’Etat c’est moi” [El
Estado soy yo] – y si él estuviera viviendo en la Edad Media, esa frase
probablemente nunca habría sido registrada ya que era de conocimiento común:
todo el mundo sabía que el único poder que representaba el Estado era el rey.
EL ROL DE LOS DECRETOS REALES
¿Cuál era el papel del rey en la
promulgación de la ley?
Durante el período de las
invasiones, los reyes emitieron decretos reales que garantizaban privilegios
que favorecían a la Iglesia, a grupos de barones o a los burgueses. En general
esos decretos eran pequeñas concesiones de privilegios de carácter local. Por
ejemplo, durante todo ese período la legislación francesa no registró ni una
sola ley de carácter general que correspondiera a todo el territorio de
Francia.
Alfonso X promulgando un decreto concediendo privilegios |
Esto es aún más cierto en lo que
respecta a la ley española. Para reconquistar la Península Ibérica de los
árabes, los guerreros españoles de origen visigodo pasaron siete siglos
luchando continuamente para expulsar al invasor musulmán. Durante ese tiempo no
estaban haciendo las leyes; más bien, fueron las costumbres locales las que
modelaron las leyes en la retaguardia mientras los guerreros luchaban en la
vanguardia.
Por lo tanto, todas las regiones de
Europa desarrollaron sus costumbres singulares y de interés, como las ricas
costumbres de Portugal, uno de los países donde el derecho consuetudinario
logró una de sus expresiones más interesantes.
LEYES PERSONALES
Hoy en día, si algún argentino
cruza la frontera y compra tierras en Brasil, es la ley brasileña que rige esta
adquisición. Lo mismo se aplica si el comprador es japonés o sirio.
En la Edad Media, como consecuencia
de las invasiones, fue diferente. Las leyes aplicadas fueron las leyes
personales. En Francia, antes de Carlomagno, cada persona seguía la ley de la
región de donde venía, y esa ley seguía teniendo precedencia incluso cuando se trasladaba
a otra zona. Así que, si cuatro hombres –uno de Borgoña, otro de Saboya, otra
de Bretaña y el último de la Galia– fuesen a participar en el negocio, participaban
cuatro leyes diferentes. Se puede imaginar el caos jurídico esto producía.
Gradualmente, sin embargo, esas
leyes se compusieron y en el siglo noveno, que fue el siglo de Carlomagno, la
fusión se completó. Por el siglo X, las leyes personales se habían anulado. Un
elemento importante para lograr esa armonización fue la influencia de la ley
que rigió el mayor número de personas de un área, así como el rol de sus
costumbres. Otro factor apareció cuando las relaciones entre los hombres
generaron leyes específicas en cada región y lugar.
Cada trabajador del cuero de una región - un zapatero - cooperaba con los otros para asegurar el acuerdo para el grupo |
Digamos, por ejemplo, que los
comerciantes de cuero compartían entre ellos los problemas en las relaciones competitivas
pedían un acuerdo y apoyo mutuo en sus necesidades comunes. Por otro lado, ellos
tenían relaciones y acuerdos con sus clientes. Dado que el Estado no emitía
leyes, los comerciantes de cuero emitirían sus propias leyes que se aplicaban
específicamente a ellos.
Por ejemplo, cuando un cliente no pagaba
uno de los comerciantes de cuero, él estaría en la lista negra por todo el
grupo, que se negaría a venderle algo a esa persona hasta que pagara su deuda.
Esto refleja el espíritu de clase que existía entre los comerciantes de cuero
en su conjunto. Todos ellos respetan y acataban la ley que regía su clase de
comerciantes de cuero. Esa ley no se aplicaría a otros oficios y grupos, que desarrollarían
sus propias leyes consuetudinarias para satisfacer sus necesidades
particulares.
Por lo tanto, dentro de esas
pequeñas unidades, las leyes consuetudinarias comenzaron a aparecer para
gobernar los diferentes grupos sociales. Había leyes que pertenecían sólo a
ciertos clérigos de un cierto lugar, a un número fijo de nobles en una región
en particular, a los burgueses de tal o cual ciudad. Del mismo modo, había
leyes específicas que se aplicaban sólo a determinadas profesiones. Así, había
leyes especiales para los leñadores, los herreros, los pescadores, etc. que se
implementaron de manera diferente según la región o la localidad.
François Olivier-Martin, un
reconocido historiador del derecho francés y profesor, concluye que en la Alta
Edad Media, cada grupo social se regía por sus propias costumbres, su propia
ley, conocida como derecho consuetudinario.
Continuará…
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