Plinio Corrêa de
Oliveira
La realeza de Nuestra Señora es sobrenatural
en su carácter porque ella es la primera y la más perfecta de las criaturas de
Dios. Ella no es la primera en el orden de la naturaleza, porque los ángeles
son superiores a ella. Un ángel es un espíritu puro y, por lo tanto, es
superior a cualquier criatura humana. Sin embargo, ella es la primera criatura
en el orden de la gracia. Es decir, ella recibió incomparablemente más gracias que
los ángeles. Las gracias que los ángeles recibieron están subordinadas a las
gracias que Nuestra Señora recibió.
La Sma. Virgen coronada Reina del cielo El Lucero de la Grada, Monasterio del Carmen, Cuenca de los Andes, Ecuador |
Ella es también la primera de
todas las mujeres. El primero de todos los hombres es Nuestro Señor Jesucristo;
la primera de las mujeres es la Santísima Virgen. Esto sería suficiente por sí
solo para darle el derecho a su reinado. Porque el reinado es un estado de derecho que se deriva de una situación de
hecho. Quien es el primero tiene el derecho de mandar y ser servido, y
sobre todo cuando su reinado está vinculado a esa realeza eterna que nunca
terminará. Esto define la realeza de ella.
Nuestra Señora es la primera de
las criaturas porque ella es la Madre de Dios. Nadie ha tenido ni puede tener
una unión con la Santísima Trinidad tan cercana como la de ella. Ella es la hija predilecta del Padre Eterno, la madre admirable del Verbo, y la
esposa fidelísima del Espíritu Santo.
Además, ella es reina porque Dios
puso el gobierno de todas las cosas en sus manos. Dios no hace nada
sobrenatural sobre la tierra que no pase a través de ella. Todas las oraciones que
se elevan de la tierra al cielo pasan a través de ella; todas las gracias que
provienen de Dios a la tierra son a petición de ella. Si todo el cielo
implorara algo sin su intercesión, ello no se alcanzaría; y si ella sola, entre
los ciudadanos del cielo, pidiera por algo, obtendría por sí misma todo lo que
pidió. Esto la hace Reina en toda la extensión del término.
Ahora bien, estos conceptos que
corresponden a su reinado celestial, que es su título más alto, deben corresponder
también a su reinado terrenal. ¿Qué es este reinado terrenal de la Virgen? Toda
la sociedad humana debería estar organizada de tal manera que todo esté de
acuerdo con su voluntad por el hecho de que ella es la Reina. Todos los que
gobiernan deberían seguir su voluntad. San Luis de Francia solía llamarse a sí
mismo “le sergent de Dieu en France”
que libremente traducido significa “el capitán de Dios en Francia”.
Todas las gracias nos llegan por mediación de la Virgen Virgen de la Merced, Museo del Banco Central, Cuenca, Ecuador |
Él se consideraba simplemente un
ejecutor de la voluntad de Dios, a pesar de haber sido uno de los más poderosos
monarcas de su época. Él entendió bien cuál era su misión, porque en realidad
esto es lo que debería ser todo rey. Lo mismo se puede aplicar a Nuestra
Señora. Los reyes y los gobernantes deberían ser sus capitanes.
Ahora, ¿cuál es la voluntad de la Sma.
Virgen? Ya que ella no se nos aparece en formas místicas para comunicarse con
nosotros, ¿cómo podemos saber su voluntad? Por encima de todas las otras cosas,
la voluntad de la Virgen se encuentra en la doctrina católica y en la
obediencia a la Iglesia Católica como ella siempre lo hizo. En esencia, esta es
la voluntad de Nuestra Señora, porque se coincide con la voluntad de Dios. La obediencia a la Iglesia católica es,
por lo tanto, el componente más claro y
más indiscutible de la voluntad de Nuestra Señora.
Pero hay otro factor, que es la
voz de la gracia en nosotros. La gracia le indica a cada persona el camino a
seguir a fin de lograr el plan de Dios para la persona. Esto es lo que
comúnmente se llama la vocación de una persona. La vocación es el llamado de
Dios, el llamado de la Virgen, para cumplir el plan preestablecido que Ellos tienen
para cada uno de nosotros. Por lo tanto, corresponder a la vocación de uno es realizar
también la voluntad de la Sma. Virgen.
¿Cómo debería uno corresponder a
su vocación? Es hacer todo lo que uno puede hacer para conservar el depósito de
la doctrina católica como siempre fue enseñado por la Santa Madre Iglesia.
Ahora bien, desde el Concilio Vaticano II este depósito de la fe, la moral, la
liturgia y el derecho canónico han sido atacados sistemáticamente por los
enemigos de la Iglesia que se infiltraron dentro de ella y su doctrina
reemplazada con nuevas enseñanzas muy diferentes. Entonces, la obediencia a la
vocación implica defender este depósito de los enemigos que lo atacan. Por lo
tanto, para ser fieles al llamado de la Virgen, debemos luchar para destruir a
sus enemigos en nuestros días.
Hay otro punto que todavía debe
ser abordado. Si cumplir la voluntad de la Virgen es seguir la voluntad de la
Iglesia, uno debería afirmar que la Edad Media ya fue el Reino de María. ¿Por
qué esperamos un futuro Reino de María?
Los fieles católicos prestan tributo al reinado de la Virgen ofreciéndole su oro y joyas preciosas La Virgen de Mayo, Monasterio del Carmen, Cuenca, Ecuador |
Yo creo que si la Edad Media no se
hubiere deteriorado, se habría convertido en el Reino de María. Podemos ver que
la devoción a la Virgen fue creciendo durante la Edad Media. Luego, comenzó a
declinar. El plan de Dios se interrumpió.
Muchas de las verdades acerca de
Nuestra Señora aún no se habían dilucidado; muchos de los grandes doctores de Nuestra
Señora no habían llevado la mariología a los niveles más altos que alcanzó más
tarde. Por ejemplo, la gran voz de San Luis Grignon de Montfort aún no se había
oído; la esclavitud a la Virgen —definido por él como la verdadera devoción a
María— no había sido explicada. Por encima de todo, la verdad de la mediación
universal de la Virgen no se había enseñado. Estas verdades deberían haber sido
descubiertas y enseñadas a todos los católicos, si la Edad Media no hubiese
caído.
Pero esto no fue lo que ocurrió.
La Edad Media cayó. Por lo tanto, estas verdades salieron a la luz de una manera
diferente, sin ser reflejadas
adecuadamente en el ámbito social. No se aplicaron a toda la sociedad
como debería haber sido. Para la mayor gloria de Dios en la tierra, es
necesario que su plan sea plenamente ejecutado aquí. Es decir, que el reinado
de la Sma. Virgen sea establecido en la tierra sobre la base de estas verdades
y otras más, es la razón por la que podemos concluir que su Reino vendrá.
Estos son los principios que
explican el significado de la realeza de Nuestra Señora, cuya fiesta es hoy.
Tomado de TIA
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