domingo, 1 de julio de 2012

Cómo los mitos y leyendas influyen en la psicología de un pueblo


Plinio Corrêa del Oliveira
En los Estados Unidos (como también en otros países), la familia real inglesa goza de un gran prestigio. Muchos norteamericanos se interesan en lo que hace la familia real e inconscientemente la tienen como un modelo de clase y buen gusto digno de ser imitado. No obstante, en sus convicciones políticas los norteamericanos son muy republicanos. Son tan vehementes de su separación de Inglaterra que incluso la iglesia anglicana en los EE.UU. tuvo que cambiar su nombre a iglesia episcopal después de la guerra con Inglaterra para no recordarse de su antigua dependencia.
El duque y la duquesa de Cambridge recibida
 en una ceremonia oficial de bienvenida
 en Los Ángeles el 2011
Entonces, ¿cómo puede explicarse que cuando los miembros de la Familia Real visitan los EE.UU. se convierte en noticia que atrae una gran atención? Todo lo que ellos hacen es seguido con el tipo de interés que se presta a las estrellas de cine más populares.
Yo explicaría esto diciendo que un “espíritu” de la monarquía se mantiene en la mentalidad americana y alimenta su interés por los miembros de la realeza. ¿Qué quiero decir con “espíritu”? Es un estado de espíritu, una nostalgia, una simpatía; es una esperanza no del todo basada en la razón que tiene esa fuerte resistencia que tienen los hábitos. No es una convicción racional, pero que puede adquirir algunas de las características del esplendor y la belleza de un ideal. Algunos sociólogos lo llaman mito. Yo diría que es una especie dentro del género de los mitos.
Algunos pueblos de los Balcanes, que se vieron forzados a hacerse comunistas por las imposiciones de los tratados de Yalta y Potsdam, actualmente tienen una nostalgia por los Habsburgo, por la antigua doble monarquía Austro-Húngara de la que solían ser súbditos, o tienen nostalgias por sus propias monarquías independientes, según el caso. Esto explica en parte el por qué, después de la caída del Telón de Acero, estos países están invitando a sus antiguas familias reales, que vivían en el exilio, para regresar. Ellos están devolviendo algunas de las propiedades expropiadas a las familias reales por los comunistas y los invitan a asumir posiciones de prestigio en la vida política y social de sus países.
A diferencia de un partido monárquico, ellos no se esfuerzan por restaurar la monarquía. Ellos sólo quieren restaurar a sus antiguas familias reales en los lugares de honor y dignidad. El espíritu de sus antiguas monarquías está trabajando inconscientemente en las mentalidades de esos pueblos.
Yo diría que cuando el mito de un pueblo o la costumbre son por alguna razón repentinamente desarraigados, la nostalgia permanece en la forma de un espíritu.
El rol de los mitos en el nacimiento del Imperio Romano
En una sociedad orgánica, hay una interacción entre el nacimiento de un pueblo y su adhesión unánime a algunos mitos. Comprender esto es uno de los temas más interesantes y misteriosos que podemos estudiar en la historia de los pueblos.
El pueblo da la bienvenida de regreso al rey Simeón II
 de Bulgaria después de 50 años de exilio
En las pequeñas células que dan origen a unidades más grandes ―aquellos grupos de familias que se convierten en clanes― todos los miembros tienen ciertas convicciones semi-religiosas que aceptan como evidente. Ellos basan su historia en la creencia en una aparición o revelacióna menudo falsa y errónea― mezclada con las leyendas locales. Esta creencia no se basa en hechos articulados. Sin embargo, incluso sin documentos o pruebas de cualquier clase, ellos creen en ese mito como un hecho evidente. Existe un curioso consenso unánime de creencia que no es racional, pero es admitido por todos como indiscutible.
Las costumbres religioso-sociales generadas por esa creencia llevan una semilla que se puede desarrollar mucho más, incluso en una utopía. Si por alguna razón este mito-convicción o utopía es arrancado de raíz, no se destruye, sino que permanece en estado de espíritu. Por ejemplo, casi todos los clanes paganos tienen leyes consuetudinarias que nacen de costumbres de este tipo.
A medida que la sociedad se hace más grande, su legislación se desarrolla sobre la base de esas primeras convicciones sostenidas unánimemente. A través del proceso de crecimiento y maduración, los miembros del grupo no exigen una base racional para esas creencias. Ni siquiera es un tema de discusión entre ellos. Esos primeros hechos” acerca de sí mismos son asumidos como evidentes.
Al igual que los otros antiguos pueblos paganos, los romanos nacieron de la unión de pequeños grupos de familias que vivían en los territorios rurales y se casaban entre ellos. Entonces, los miembros del grupo A comenzaron a casarse con miembros de un grupo similar B, luego C y D. Estos pequeños grupos de familias relacionadas entre sí formaban un grupo de personas unidas por lazos familiares. Cuando el número de personas que viven en estos grupos rurales se hicieron más grandes, ellos tenían la tendencia a establecer un centro para sus grupos: Esto llevó al nacimiento de la ciudad. Por lo tanto, los grupos rurales comenzaron a estructurarse en torno a la ciudad. Esto describe los orígenes de Roma.
Quirino fue un antiguo dios romano, más o menos identificado con Rómulo, el legendario fundador de la ciudad. La legislación en el primer sistema legal en Roma se llamaba Ius Quiritium, o Ley Quirinia. Esas leyes se aplicaron a los primeros habitantes que adoraban a Quirino. Pero, como otros pueblos llegaron a Roma, los jueces se dieron cuenta que no se podría aplicar la misma ley a ambos de esos primeros ciudadanos e inmigrantes, ya que este último tenía sus propios dioses y mitos o ninguno en absoluto.
Por lo tanto, Roma se convirtió en una gran ciudad con dos tipos de habitantes: los Quirinianos, los antiguos seguidores de Quirino que habían fundado la ciudad y que representaba a la clase noble, y los demás habitantes de distintos orígenes que habían venido a vivir a Roma. Estos últimos incluían todo tipo de hombres, desde buenos trabajadores manuales hasta aventureros, esclavos liberados y delincuentes. La antigua nobleza se mantenía aparte de esta nueva clase. Consecuentemente, comenzó a existir dos tipos de ley: una para los antiguos ciudadanos de Roma, que adoraban a Quirino, y otra para gobernar a los demás. La primera fue la Ius Quiritium, y la segunda, la Ius Gentium, la Ley de las Naciones aplicada a los forasteros.
Graciano compiló las leyes de la Iglesia en la Edad Media
La Ius Gentium eventualmente pasó a ser aplicada a todo el Imperio Romano. Llegó a ser tan perfecta, proveyendo tan bien para los derechos y necesidades de los pueblos, que se convirtió en un excelente espejo de la Ley Natural. Ella se volvió mucho mejor que las leyes que se aplican específicamente a los patricios romanos, una complicada red de excepciones, privilegios y contradicciones. Más tarde, los propios patricios abandonaron la Ius Quiritium y la remplazaron con el Ius Civile, el Derecho Civil, con muchas partes tomadas de la Ius Gentium.
Esta ley estaba tan bien hecha que la Iglesia juzgó que tenía muchos desarrollos naturales de los Diez Mandamientos. Cuando la Iglesia dejó las catacumbas, ella adoptó ese Derecho Romano, lo purificó de sus errores paganos y lo convirtió en Ley por excelencia. Ella también la aplicó a sí misma y la convirtió en la base de su Derecho Canónico. Fue este Derecho Romano purificado que los hombres medievales adoptaron como un buen fruto de la civilización romana para ser conservado. Hasta hoy en las Facultades de Derecho, se enseña el Derecho Romano como el fundamento de toda ley civilizada. Nadie pensaría en enseñar la ley de los upanishads, los vedas o los incas para instruir a los estudiantes. Fue el genio que los romanos tenían por la ley que hicieron universal su Derecho Romano.
Por lo tanto, lo que comenzó como un defectuoso mito religioso pagano en el comienzo de la historia de Roma generó las costumbres y leyes que regían toda la ciudad de Roma. Esta ley, debido a circunstancias históricas únicas, generó el Ius Gentium y el Ius Civile, que serían los mejores frutos de la civilización romana.
El espíritu del Imperio Romano después de su caída
El Derecho Romano fue también una consecuencia de la idea romana de Imperio. Puesto que los romanos carecían de los medios fáciles de comunicación que tenemos hoy en día, su imperio respetó mucho las autonomías regionales y las culturas de cada una de sus provincias y no interfería en las costumbres locales. Así, en muchos puntos su Imperio estaba de acuerdo con la Ley Natural.
Alguien me podría preguntar: Después de que los bárbaros destruyeron el Imperio Romano en Occidente, ¿fue su espíritu que dio origen al Sacro Imperio Romano Germano?
En cierto modo se podría decir que sí, de otro modo, no.
El Imperio Romano había estado muerto por más de 300 años cuando Carlomagno fue coronado en el año 800. Este fue un largo período de tiempo. Alguien podría decir que fue el espíritu del Imperio Romano que se cernía a través de los siglos sobre las ciudades romanas destruidas y las tribus bárbaras. Por lo tanto, diría que fue este espíritu el que inspiró el renacimiento del Imperio.
Por otro lado, cuando el Papa San León II coronó a Carlomagno, él quiso que Carlomagno asumiera el cargo de emperador que estaba vacío, y no para hacer otro imperio. En ese tiempo casi todo el mundo considera que el Imperio Romano como que seguía vivo; y en realidad estaba bastante vivo en Oriente. Por lo que puedo ver, todo el mundo aceptó a Carlomagno como un nuevo emperador romano. Carlomagno mismo veía las cosas de esta manera. Por ello, el Sacro Imperio Romano Germano tenía el nombre romano en él.
Aunque la realidad política que surgió fue mucho más rica y más perfecta que el Imperio Romano, porque estaba volcada para la gloria de Dios y la exaltación de la Iglesia, su ideal y raíz natural y el del Imperio Romano. Por lo tanto, yo diría que no es propiamente hablando un espíritu, sino una continuación del mismo ideal natural.
La influencia de los legistas hizo famosa a la Universidad  de Bolonia,
por su enseñanza del Derecho Romano
Si ustedes quieren un ejemplo de un espíritu romana menos discutible, tenemos el espíritu del Derecho Romano que fue manipulado por los legistas, una escuela de juristas de finales de la Edad Media, una especie de francmasonería, que interpretó el Derecho Romano de una forma teórico y artificial. La estructura orgánica del Estado medieval se había vuelto muy diferente que el del Estado romano. El feudalismo fue un sistema que fomentó pequeñas unidades políticas y características regionales incomparablemente más que los romanos. Cada reino de la cristiandad era un mosaico de unidades orgánicas que desarrollaron sus asseitas[1] tanto como sea posible.
Se trataba de destruir ese orden político magnífico por lo que los legistas se esforzaron por restablecer el Derecho Romano. Por tanto, ellos utilizaron el espíritu del Derecho Romano para defender la centralización del poder en manos de los reyes e implantar una ley uniforme para todos. Ellos torcieron el Derecho Romano para satisfacer sus propósitos revolucionarios. A partir de este movimiento revolucionario nació el Derecho moderno con todas sus deformaciones.
Fuente: TIA


[1] Asseitas o aseitas en lenguaje escolástico es la característica del ser que existe per se (a se) y no por otra (ad alio), en su sentido propio, es el carácter del ser que es per se, id est, cuya la existencia no proviene de otro; es increado. Es un atributo propio de Dios. En su sentido lato, es el carácter de lo que es per se, que tiene su propia existencia (Pablo Fouquié, Dictionnaire de la Langue Philosophique, París: PUF, 1962). En el texto asseitas se utiliza analógicamente como la característica ontológica principal  que Dios le dio a un hombre que él tiene que desarrollar con el fin de realizarse perfectamente a sí mismo y a la misión divina que Dios le dio.

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