sábado, 19 de mayo de 2012

La corona de Carlomagno y lo absoluto


La Corona de Carlomagno trae mensajes que nos hablan de algo muy alto. Es como si ella encendiese dentro de nosotros algo todavía mayor que el ambiente histórico en que alguna vez estuvo. Trae un mensaje y coloca alguna cosa en la persona que la observa con atención.  Y si esa persona se abre a ese mensaje, entonces ella encaja tanto con la corona como con su significado. Si varias personas son sensibles a ese mensaje, nace en ellas una relación entre sus almas.
La Corona de Carlomagno simboliza valores absolutos que nunca cambian y se mantienen por encima de los hombres. Los símbolos tienen la función de darnos a conocer esos valores absolutos de manera sensible. Los hombres no tenemos una visión directa de los valores absolutos, pero cuando vemos un símbolo, como la Corona de Carlomagno, percibimos entonces lo que son esos valores absolutos.
Cuando una persona se abre a la influencia impalpable e indecible de lo absoluto representado por esa corona, entra en un relacionamiento profundo de alma no solo con la corona sino también con todo aquello que ella y ese valor absoluto representa. Y entonces, en ese relacionamiento, un valor que está en Dios, es decir, el Absoluto, entra a habitar dentro de la persona.  
¿Qué es ahí lo absoluto?: Es el propio Dios visto en los reflejos que de Él hay en la creación; y el alma humana fue hecha por Dios para conocer y amar lo absoluto, es decir, esos valores que existen en Dios y resplandecen en los símbolos.
Mientras el alma humana no conozca esos símbolos del absoluto, ella en verdad no ha vivido todavía. Mientras no conozca y ame esos absolutos, sentirá el peso de la vida como la de un animal.
Plinio Corrêa de Oliveira, 26.10.1980

No hay comentarios:

Publicar un comentario